Hace tiempo no me animaba a escribir algún tema de opinión en el blog, pero hoy una idea me ha rondado por la cabeza y pensé que tal vez era bueno escribirla en un post.

Otra vez este café con su entrada terrible 🙁

Antes de ayer publicaban una invitación a un evento de emprendimiento gratuito en Valdivia (apoyado por CORFO), en un café, como los ya descritos, y comenté no sin ironía que me encantaría ir, pero el lugar no era accesible. Luego la conversación se volcó a «te ayudamos» y similares. Después comentó una persona que organizaba el evento e indicó textualmente «toda la razón, disculpa por no considerarlo y gracias por el comentario que es muy bienvenido lo tendremos en consideración para próximos eventos» Espero que esos próximos no sean en 100 años.. porque comienza a ser la tónica de esos mensajes muy sentidos y empáticos. Quizás quién lo dijo era muy honesto, pero quienes viven esto a diario, entenderán que es algo muy típico y bastante enojoso.

Es también enojoso que personas que tienen educación, y en el siglo XXI, responden dando excusas, más que comprendiendo el problema. Al parecer por ahí va todo NO SE ENTIENDE EL PROBLEMA (y de paso una ley que sigue sin cumplir). Cada vez tengo más la impresión de que cuando «protesto» porque un lugar no es accesible la gente me mira como si estuviera reclamando que mi café con chocolate está demasiado dulce (…). Soy, al igual que otros 2 millones una «minoría» incomprendida…

Dejé mi pequeña reflexión en un tweet, más por desahogo y seguí mi día en otras cosas no relacionadas con accesibilidad, o que es casi igual, a no molestar gente.

Ayer, así como otros días, seguía leyendo por twitter el descontento de las personas que en Santiago comentan sobre la restricción vehicular decretada en la ciudad.. ¿Qué tiene que ver con lo que estoy hablando? Que resulta que para quienes NO PODEMOS usar el transporte público, porque no es apto, no se nos considera a la hora de decretar las restricciones. Cada uno se las tiene que arreglar, pedir permisos (que según he leído pueden tardar meses) y aún así se puede ver enfrenado a problemas como los que consulta en este tweet Luis Donoso (una app para denunciar infractores, pero que también podrían denunciar a personas con credencial de discapacidad).

¿Por qué no se les ocurre que alguien puede tener ese problema? Por que, al parecer esos «alguien» nadie los ve, están haciendo una larga siesta de duración de una vida humana.

¿Por qué los trámites para poder circular con restricción no son más rápidos y simples, como plantean en el tweet de ciudad accesible?

Mi pregunta acá tiene más fundamento. Hace VEINTE AÑOS, cuando vivía en Santiago,  mi madre tenía que hacer esos trámites cada año (por que no es una vez solamente), para que me pudiera llevar al colegio, a la escuela de música o a x lugar, cuando había preemergencia/emergencia. Un año, tragicómicamente, el tan esperado papel decía «se autoriza para trasladar a teletón»… o sea un niño con discapacidad no puede salir a otro lado (y de regalo les cuento que nunca fui a teletón, y nunca lo pedimos para ir a teletón). Ustedes completen el análisis.

Y este tweet recién compartido con @CiudadFácil (se entiende mejor lo que quiero decir? :/)

https://twitter.com/RodrigoCornejoB/status/616833073158725633

Y hablando de autos…

Hace un día sacamos mi auto del taller porque dejó de funcionar y no sabíamos qué tenía. Fui al servicio autorizado de la marca acá en Valdivia, para solicitarles si podían ir a ver el auto a la casa, ya que es automático (por facilidad de uso, no por un lujo) y tirarlo es imposible. Le expuse el problema al tipo del servicio técnico y me miró con cara de «Ese es su problema señorita… yo no puedo darle un dato de un mecánico, no disponemos de mecánicos a domicilio… me importa un comino si a usted le sale caro y el auto es imprescindible para usted y yo puedo decirle cualquier cosa y cobrarle mucho dinero» (probablemente estoy imaginando un poco, pero su rostro era tan inexpresivo ante mi solicitud de facilitarme el trámite, que no me siento mal al imaginarlo). La única solución fue llamar una grúa.

En total, la gracia, que fue, según ellos solamente limpiar algunas cosas y «reprogramación», más la grúa, salió unos $100.000.

¿Por qué comento esto?

Captura de pantalla 2015-07-03 12.01.01
Ley 20422: «ESTABLECE NORMAS SOBRE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES E INCLUSIÓN SOCIAL DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD»

Porque hay un sector invisible de la población, en el país, y quizás en el mundo, que se tiene que pasar haciendo trámites y haciendo el camino largo, porque son/somos «excepciones»… ¿No puede usar el transporte? Que pena.. la gente «normal» puede..   ¿No puede subir al café? Que pena la gente normal puede, aunque si quiere le ayudamos!… ¿No puede arreglar su auto porque no tiene mucho dinero? Que pena.. la gente normal toma micro o colectivo y no le importa tener el auto parado en la casa un año, si es necesario… y además no se compra autos automáticos, no sea cuico! Y así la lista es muy larga, esta es sólo una pincelada de la cotidianidad.

En definitiva… es SU PROBLEMA, no el del estado ni el de nadie más, ni siquiera de la buena voluntad o esa solidaridad manoseada de fin de año. Y de paso la ley 20422 continúa siendo un lindo adorno.

¿Y saben qué? Este sector invisible es de un 12% de la población, que quizás en gran grado está encerrado en su casa o se da la lata de twittear o escribir un post como este de repente, y tiene que seguir soportando ser la excepción. Además de soportar la vida con sus altos y bajos como todo mortal.

¿No les parece que todo este problema se acabaría si existieran políticas generales respecto a esas «excepciones»?

Porque, cada vez que se toma una decisión, sea individual, a nivel de una institución de gobierno o privada, hay un 12% que probablemente no es tomado en cuenta.  ¿Es tan pequeño el número si son más de 2 millones de personas?

¿Qué podemos hacer para visibilizar?

Yo aún no lo tengo claro, por eso dejo tantas preguntas, y si bien mi intención no es generar desaliento, si espero generar una intención de responderlas y de que todos podamos actuar para continuar resolviendo todo esto. Escribir estos textos, muy imperfectos por lo demás, creo que pueden aportar un grano de arena de una playa de miles de hectáreas, pero quizás podemos ir sumando granos, y espero que más se sumen, de modo que podamos comenzar a ser menos invisibles..

El mundo ha cambiado, de a poco se vislumbran casos exitosos de inclusión, de accesibilidad, pero falta mucho y lo importante es que este paso debemos darlo todos, como dijo Alejandra en su post anterior «porque vivimos juntos y la responsabilidad de crecer como humanidad está sobre nosotros».

Y haciéndole honor a nuestra asociación y aplicación. Hagamos las cosas más fáciles!! Volver la ciudad inclusiva y accesible en infraestructura es costoso económicamente, pero cambiar nuestra mentalidad puede ser mucho más barato, no cuesta demasiado, sólo pensar un poco más allá de nuestra burbuja y estereotipo de homogéneos seres humanos :).

 

 

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